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Chiang Mai, cultura y templos

Chiang Mai, ciudad fundada en 1296 por el rey Memgrai, es la joya del norte de Tailandia. Su historia se puede leer en cada uno de los rincones de la ciudad y en cada uno de los 300 templos que han florecido por sus calles.

Urbe cultural del país, tiene todo lo que una ciudad moderna necesita: un barrio hipster, un casco antiguo, arte, comida vegana y alojamiento a precios muy competitivos. La larga estancia que he tenido me ha dado la oportunidad de visitar muchos de los templos (tanto de origen birmano o construidos el Reino de Siam) que hacen de esta ciudad un must en la agenda del viajero. Aquí tenéis tres que nos os podéis perder.

Wat Chedi Luang 

Sus 82 metro de altura y 54 de diámetro en la base de la estupa hicieron que en su día este fuera el templo más grande del Reino de Lanna. Hoy en día solo quedan unas pocas ruinas después de que terremotos y cañonazos lo dejaran con una altura de “solo” 45 metros. En su base aún se pueden apreciar restos de figuras de elefantes. Durante años custodió la venerada imagen del Buda esmeralda Phra Kaew (a día de hoy se encuentra en el Palacio Real de Bangkok), ahora en la parte central de la estupa se conserva una réplica que donó el mismo rey. El interior del templo actual es una explosión de luminosidad y desprende majestuosidad.

Justamente en este templo tienes la oportunidad de participar en el programa Monk Chat”, puedes interactuar con monjes budistas y tener charlas informales con ellos. Participar ha sido una experiencia muy enriquecedora, un intercambio de culturas muy profundo; un modo de conectar con una religión y una cultura totalmente diferente a la nuestra. Fueron dos horas de  conversación en las cuales aprendí sobre el día a día de los monjes, sus motivos para tomar esa elección de vida, su visión sobre la existencia, la bondad y la vida. Son monjes por libre elección, pueden dejar de serlo en cuanto no se sientan felices con ese estilo de vida, pero mientras ayudan y rezan en el templo, estudian lo que más les guste en la universidad por la mañana y por las tardes siguen estudiando las prácticas budistas. Estar a solas con un jóven monje de 22 años (justamente hacía una década que eligió ese camino) ha sido de lo mejor que he hecho durante este viaje, me emocioné por haber podido vivir tal experiencia.

Wat Umomg

Este templo es conocido como el “templo de los túneles”. Situado a los pies del monte Suthep, es un templo rodeado por la naturaleza de la montaña. Construido hacia 1297 tiene la misma edad que la ciudad de Chiang Mai y es visitado por sus túneles (umongs) con altares que se esconden debajo del chedi principal. Es un lugar muy espiritual y alejado del bullicio de la ciudad, un sitio silencioso y muy poco transitado por los turistas comparado con los demás templos (especialmene el de Doi Suthep). Un lugar de tranquilidad y meditación. Tanto es el grado de naturalidad que al entrar en el recinto te puedes encontrar perdido entre el verde y rodeado de gallinas y perros de los monjes.

Al ser una superficie natural en mitad del bosque también puedes encontrar un gran estanque donde los monjes y visitantes se relajan y donde se puede ver ciervos, tortugas y peces. Numerosos arboles centenarios con inscripciones de proverbios budistas van acompañándote por el camino.

Wat Doi Suthep

Uno de los templos más famosos de la Chiang Mai, y se nota. Sin duda es un lugar maravilloso (pese a estar bastante descuidado) y subir a verlo es toda una experiencia debido a la conducción temeraria en curvas de los songthaew. Está situado a unos 13 km al oeste del centro de Chiang Mai y a 1700 metros de altura. Construido en 1383 por el rey Kue Naone, se dice que su estupa alberga un hueso de Buda que trajo un monje desde Sukhothai y que según la leyenda, un elefante blanco se encargó de llevar hasta el lugar donde se encuentra ahora el templo.

Decía que se nota su popularidad y es debido a la cantidad de turistas que puedes llegar a encontrar. El extremo opuesto al anterior templo donde reinaba la paz y el silencio. Es visita obligada dada su gran belleza pero si subís procurad que sea a primerísima hora del día, antes de que las hordas de turistas invadan el lugar.

El templo se sitúa en la cima del monte Doi Suthep encontrándote nada más llegar una gran escalera de cerca de 300 peldaños custodiados por 2 gigantescas nagas o serpiente sagradas de la mitología budista y símbolo de protección en las entradas de los templos. Una vez en el recinto os fascinará la gran pagoda de oro de casi 20 metros que domina el lugar, la cantidad de Budas y los templetes en los cuales, si tienes suerte, un monje budista puede bendecirte. De los trabajadores del templo que te ofrecen servicios fotográficos con los Budas mejor no hablar…