Historia de la industrialización con Madera – Parte 3
Tras un inicio estelar a comienzos del siglo XX, con la llegada de los años setenta también llegó la crisis de la industria de la vivienda. La demanda ya no era la misma, no se necesitaban tantas viviendas como en la postguerra. La crisis económica mundial de la década de los setenta hizo que bajase el número de viviendas construidas de ocho por mil habitantes/año a cinco. Esta dinámica descendente continuó hasta la década de los ochenta. Superadas las necesidades de una reconstrucción de postguerra, construir viviendas ya no era una urgencia.
Pese a ello unos pocos arquitectos aún creían que a la unión entre industria y vivienda le esperaba un futuro prometedor. Si bien en la mayoría de países occidentales el panorama era desolador, había dos lugares en los que las cosas fluían en otra dirección. Suecia y Japón.
En el país nórdico, durante los años ochenta, las viviendas de producción industrial supusieron la mitad del total de las viviendas construidas. Mientras en Japón, la compañía de automóviles Toyota crea su propia línea de casas industrializadas, la Toyota Housing Corporation. El método de fabricación consiste en unidades tipo caja de geometría cuadrada acabadas en un 85% de la casa en el interior de la fábrica.
Esto permitió que a finales del siglo XX, las casas industrializadas estuvieran especialmente afianzadas en estos dos países. En los años noventa ocho de cada diez casas unifamiliares realizadas en Suecia se construyen utilizando paneles realizados de entramado de madera, en Japón la casa industrializada supone el 20% del total del mercado de vivienda unifamiliar.
IKEA
Fundada en 1943 por Ingvar Kamprad, la entonces pequeña empresa sueca empezó a vender muebles económicos por catálogo en el año 1951. Los muebles eran tan baratos que Kamnprad tuvo que comprar una nave industrial y convertirla en un showroom para que los clientes escépticos pudieran probar sus muebles.
Hoy en día, IKEA es una de las marcas de muebles más reconocidas y llega a millones de hogares en todo el planeta. Es una empresa innovadora en el diseño y en producción en cadena de mobiliario y artículos para el hogar. Por ello no sorprende que el gigante sueco de decidiera expandirse en el mundo de las casas industrializadas.

producción en cadena en la fábrica de Skanska
En 1998 IKEA se asoció con la empresa de construcción Skanska para crear la vivienda BoKlok, palabra que se traduce como «Casa Elegante» en sueco. Desde entonces se han completado más de 11.000 edificios en Suecia, Finlandia, Dinamarca y Noruega. De media, según datos ofrecidos por la compañía, se construyen 1.200 viviendas al año. Las viviendas BoKlok nacieron con el objetivo de poder llegar a todos los públicos, especialmente en una época en que la obra nueva en Suecia estaba fuera del alcance de la clase trabajadora.

módulo Boklok terminado
Las casas BoKlok siguen el ideario de IKEA, gran volumen de producción, precios bajos y fabricación industrializada. Las primeras casas fueron un éxito, generaron críticas favorables en medios de comunicación y en las principales revistas de diseño. Eran muy asequibles ya se proyectaron para que un usuario tuviera que pagar solamente 500 euros al mes de hipoteca durante 25 años. Tal como decía Kamprad: «Nuestra visión es crear viviendas asequibles para muchos. La gente debería poder pagar sus casas por sí misma. Nuestro desafío será mantener el nivel de precios bajo. Todo el mundo tiene el derecho de vivir bien”.
El principal material empleado en la construcción es la madera, un material sostenible y totalmente reciclable. Gracias a la industrialización se reduce la huella de carbono en aproximadamente un 50% y de disminuye drásticamente la cantidad de residuos en la obra.

promoción plurifamiliar con módulos Boklok
Un 80% del modelo BoKlok se fabrica en un taller, posteriormente se transporta desmontado en módulos tridimensionales hasta el solar. Todos los procesos de construcción, desde la estructura, hasta la pintura y los alicatados, se realizan en unas naves industriales propiedad de Skanska. Una vez llegados a su destino, los módulos se ensamblan con la ayuda de una grúa. Tras colocar la cubierta y el revestimiento exterior, se pasa a la fase de acabados interiores. Desde el inicio de la fase de proyecto hasta la primera ocupación, pasan solamente 9 meses.

interior de una vivienda Boklok
MUJI
Nacido en 1980 bajo el lema “productos de calidad sin marca” (Mujirushi Ryōhin), el gigante del japonés MUJI es pionero en el mundo del diseño gracias a su estética simple y moderna. Sus artículos para el hogar, ropa o mobiliario se han convertido en sinónimo de la filosofía minimalista.
En las últimas dos décadas, la marca nipona y sus diseñadores principales han comenzado a aplicar la filosofía minimalista que le distingue también a la arquitectura. Las viviendas Muji aterrizaron en el mercado de la vivienda a principio de los dos miles, después de las de IKEA. Lo hicieron a través de una idea muy simple, viviendas en serie basadas en la belleza de lo humilde y en la sencillez utilitaria.

modelo Yō no Ie de Muji
Al igual que sus productos, los edificios de MUJI son simples y sin adornos. Utilizando materiales naturales y métodos de construcción de bajo impacto medioambiental, estas viviendas son proyectadas con plantas diáfanas para que cada residente pueda adaptar a sus diferentes necesidades.
MUJI se distingue por un diseño basado en el ‘Kanketsu’, un concepto japonés de simplicidad. Un compromiso medioambiental basado en el reciclaje, la reducción de residuos tanto en la producción como en el empaquetado.

modelo Vertical House de Muji
El objetivo de la marca es poder ofrecer una alternativa diferente al resto de fabricantes de viviendas industrializadas. Toyota y Mitsubishi ofrecen casas con estructuras metálicas, MUJI se decanta por construir mediante un entramado ligero de madera de ciprés fabricado con maquinaria de control numérico. Para los forjados eligen paneles contrachapados y para las particiones interiores paneles de cartón yeso. Todos los materiales empleados se han elegido en base a su huella de carbono y su impacto ambiental.

modelo Yō no Ie de Muji
Las casas de MUJI combinan la artesanía tradicional japonesa con una tecnología contemporánea de la industrialización. Sus kits incluyen todo lo necesario para el montaje, desde las vigas de madera y sus sistemas de conexión mecanizada hasta los paneles de forjado y planchas o listones de acabado de fachada.
Todos los modelos tienen en cuenta los posibles cambios que pueden llegar a suceder en una casa, la configuración de las plantas permite que los proyectos se adapten a futuros usos y a posibles cambios que necesiten residentes. Esta flexibilidad estructural permite que las casas tengan una mayor vida funcional.
QUÉ PASA EN ESPAÑA?
Actualmente España ya está encaminada hacia una senda más “verde”, pero la realidad es que los edificios de nueva construcción con sistemas convencionales, mayoría en número, llevan tiempo suspendiendo en materia medioambiental. Sin embargo, el mercado de la vivienda es uno de los que mayor transformación ha sufrido y el número de proyectos pioneros llevados a cabo con estructura de madera empieza a despuntar.
Entre las empresas más prometedoras está ARQUIMA, constructora líder en el sector de la edificación industrializada con criterios de construcción pasiva, salud, sostenibilidad y máxima eficiencia energética.
Con su sistema industrializado de entramado ligero de madera consiguen que la envolvente y la estructura de la construcción lleguen a la obra totalmente finalizada, reduciendo los plazos de ejecución, las toneladas de residuos derivadas del proceso de construcción y a la vez ofreciendo una alta calidad de acabados, fruto de la tecnología BIM (Building Information Modeling). Los montajes de una vivienda unifamiliar aislada de 200 m2 se terminan en un plazo de 5 días y el de un equipamiento de 1.000 m2 en dos semanas.